Siento yo en mis adentros
un huracán del recuerdo,
una brisa de mi infancia
y una lista de lamentos.
Un lista interminable
de no muy buenos momentos,
que no se los lleva el aire
ni tampoco el pensamiento.
Mi mundo es una cortina
de tequieros y losiento
que revuelven de mis entrañas
lo que dejó, lo que dejó el viento.
Sentado frente a la ventana,
hasta el más triste está contento,
mientras yo en esta silla
me refugio en mis lamentos.
Jose G. G.
Muy bonito...
ResponderEliminaránimo hombre ^^
Dios,este poema es precioso.
ResponderEliminarSolo de pensar que es la realidad de muchisimas personas que no logran superar su traumatica niñez se me pone la piel de gallina.
ResponderEliminarOjala no sea la tuya Jose y te felicito por lo bien que escribes.