La mujer
No conocemos su secreto
que nos maravilla cada día,
sólo conocemos su deseo
de concedernos su alegría.
Para eso hay que quererse
y no andarse con tonterías,
siempre con la verdad en la frente
para que el amor perdure día a día.
Y si es por eso, no te precocupes,
que ya sólo, amada mía,
tengo ojos para tu ser,
ya que por ti me dejo la piel
y me desangro cada día,
para así ver un amanecer
contigo para toda la vida.
No conocemos su secreto
que nos maravilla cada día,
sólo conocemos su deseo
de concedernos su alegría.
Para eso hay que quererse
y no andarse con tonterías,
siempre con la verdad en la frente
para que el amor perdure día a día.
Y si es por eso, no te precocupes,
que ya sólo, amada mía,
tengo ojos para tu ser,
ya que por ti me dejo la piel
y me desangro cada día,
para así ver un amanecer
contigo para toda la vida.
Francisco Javier
Has quitado la opción de que no me gusta, eso no vale, ¿ahora como digo yo que se tendría que esforzar más alguien?. Bueno para este poema no haría falta, te lo has currado francisco, te doy un me gusta y vas sobrado
ResponderEliminar