Oh musa
Tú solo házmelo prometer,
hazme prometer que si pierdo el hilo de
la serenata
me aferraré a esta oda,
la recitaré, respiraré, y seguiré
con mi composición...
Oh ser,
bestia a la que llamo musa...
Que tus gráciles manos de princesa se
posen sobre mi alma,
para que esta pueda encontrar su propio
camino.
Oh, dulce cantora,
que llamas a la belleza con grácil
gesto...
Fluye,
fluye por mi mente,
y hazme sentir el ritmo de la comparsa,
en este momento,
exacto y preciso...
Imagen: Illustration for Edgar Allan Poe’s “Alone”, Edmund Dulac, 1915
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