Jose G., Varios poemas.

MAR


Inmensa capa de azul
sin fin y con principio
frágil como el tisú.


Manto de los deseos,
con belleza incalculable
engalanas con tus devaneos.


Oigo tus quejíos,
te puedes levantar manso
o quizás bravío.


Me desconectas de pensar
cuando te acompaño,
¿o no es así, señor mar?

SUAVE BRISA TEMPRANERA


Suave brisa tempranera,
poniente o levante esperas,
como una gaviota sin rumbo
emprendes paseo o carrera.


Suave brisa tempranera,
con el mar y la tierra juegas,
la puedes ver en otoño,
invierno y primavera.


Suave brisa tempranera,
sin  saber por dónde vuelas,
linda como la flor de loto,
¡comienza ya! ¿a qué esperas?

EL VIEJO CASTAÑO


Lo vi una tarde de invierno
a ese viejo grandullón.
Estaba sentado a mi lado,
era grueso y muy marrón.


Era caballeroso,
pero a la vez juguetón.
Tenía un carácter especial
y un físico de impresión.


Lo intentamos rodear
amigos, mi padre y yo,
pero por más que lo intentamos
seguía firme en su posición.


Vivía con muchos más
en un paraje de castaños,
eran árboles muy jóvenes,
pero él ya tenía sus años.


No me dijo ni nombre
ni lugar, ni carretera,
y con dulzura lo apodé
el viejo castaño de la arboleda.

SENTIMIENTO INCOMPRENDIDO


Sentimiento incomprendido,
un efecto agradable,
mariposas se alborotan
en tu pecho al notarle.


Un efecto engalanado
que lo nota todo ser,
no lo escucharás
ni tampoco podrás ver.


Empieza por la A
y funciona sin motor,
por si no lo sabíais,
señores, es el amor.